La intolerancia a los cosméticos tradicionales es una de las manifestaciones más frecuentes de la dermatitis atópica, además de irritación, lesiones u otra dermopatía específica de la piel. Esto requiere un tratamiento específico y cuidados que permitan que la piel se recupere de forma adecuada. La mayoría de las cremas faciales, poseen moléculas irritantes que muchas pieles no toleran y que en el largo plazo pueden llevar a producir alergias a los componentes de los cosméticos, a padecer una dermatitis atópica, una rosácea y, en general, cualquier afección o lesión en el rostro.
La causa frecuente de la intolerancia a los cosméticos tradicionales es ser alérgico a alguno de sus componentes, como los perfumes, que no sólo se emplean en las colonias, sino en casi todos los cosméticos para dar una sensación agradable. Otro grupo de sustancias que provocan la alergia son los conservantes, muchos de ellos también se emplean en productos de limpieza doméstica, ocasionando cuadros muy complejos.
Por otro lado, los cosméticos que contienen alcoholes o ácidos, aunque sea en pequeñas cantidades, también pueden ocasionar una dermatitis irritativa crónica que incluso podemos no relacionar con el uso de ese cosmético en concreto. Otras moléculas como los parabenos o la metilisotiazolinna, además de ser sustancias tóxicas para tu organismo, suelen causar reacciones alérgicas en un porcentaje importante de la población.
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