¡8 consejos para que la hora de la comida no sea una batalla con tu hijo!

¡8 consejos para que la hora de la comida no sea una batalla con tu hijo!

Muchas madres sufrimos con nuestros hijos a la hora de la comida, es por ello que aquí te dejamos algunos tips que pueden hacer menos tortuoso ese momento.

1.       Crea un buen ambiente en la comida: evita poner la televisión, celular, discusiones u otras cosas que puedan quitarle la atención. La idea es que haya un ambiente relajado para que coman con calma y apetito. Con una buena atmosfera tu bebé asociará comer con algo agradable, lo que quedará en su memoria.

2.       No lo fuerces a comer todo: dejar de insistir en que coma todo, no lo obligues a comer, la mayoría de las veces esto termina en que nos terminan devolviendo la comida. Que empiece con apetito y se detenga cuando tenga saciedad, de lo contrario, al obligarlo a comer más, podría alterarse la sensación de saciedad, lo que podría conducir a una futura obesidad.

3.       Comer con él en familia: desde el primer año de vida los niños aprenden por imitación. Por tanto, comer en compañía de los padres es un gran aliciente estupendo para los niños con poco apetito. Esto explica también porque algunos niños sí comen en el colegio o jardín y no así en la casa.

4.       Dale pequeñas raciones de comida: Un buen truco es poner poca cantidad en el plato, para que pida más. Que tu niño decida repetirse refuerza su autonomía y es importante para afianzar su personalidad. Por otro lado, pequeñas colaciones sanas y entretenidas lo mantienen bien alimentado y regulan su apetito.

5.       Evita que esté cansado al comer: llegar a la hora de la comida con cansancio y sueño puede interferir en su apetito. La mayoría de los niños comen peor cuando están agotados y con sueño.

6.       Anímalo a comer con juegos: más que distraerlo con la tele o el celular, es mejor hacer el truco de jugar al avioncito que quitar la tensión, el juego debe centrarse en lo que come. Así, el momento de la comida puede ser placentero, el buen humor da apetito y el malo lo quita.

7.       Camufla alimentos que no le gustan: mezclar las verduras con otros alimentos ayuda a que se familiarice con ellas, pero es bueno hacerlo sólo por un tiempo. De poco ir quitando el alimento que varía su gusto, para que conozca el auténtico sabor. Por otro lado, no hay alimentos imprescindibles, mientras coma algo de cada grupo alimenticio no hay problema.

8.       Prepara la comida con tu hijo: está comprobado que ayudar en la preparación de la comida como un juego les abre el apetito. Esto se debe al elemento lúdico, que es su manera natural de aprender.