Hay tres productos claves que toda rutina de cuidado de la piel debería incluir, pero... ¿por qué? ¿cuáles son sus beneficios? ¿y se aplican de la misma forma en distintos tipos de piel?
Aunque a veces lo pasemos por alto, o demos más relevancia a la hidratación, el primer paso para una piel sana, balanceada y nutrida es limpieza ¿Por qué? Porque la producción natural de sudor y grasa, así como efectos ambientales como la contaminación o restos de maquillaje se acumulan en la piel, resecándola, debilitándola y obstruyendo los poros. De esta manera, es fundamental limpiar y preparar la piel para recibir todos los nutrientes e ingredientes activos que posteriormente nuestros sérums y cremas hidratantes aportarán.
Entonces, ¿cuáles son los básicos faciales que deberíamos incluir?
Limpia los poros de la piel dejando que respiren y queden libre de grasas, contaminación y células muertas. Además desinflama y rejuvenece tu piel gracias a sus ingredientes activos, el aloe vera, caléndula y centella asiática.
Regenera, refresca, hidrata y combate el envejecimiento. Desinflama la piel, disminuye ojeras e hinchazón de ojos, y equilibra el pH de la piel, preparándola para que pueda recibir el tratamiento de hidratación posterior. Cierra los poros y al no contener alcohol lo hace un excelente desmaquillante.
Astringente y antiséptico. Elimina células muertas, excesos de grasa e impurezas, sin ser abrasivo para la piel. Deja una sensación de limpieza, frescura y suavidad. Exfoliar la piel regularmente permite una limpieza y regeneración efectiva de las células del rostro, permitiendo que la piel quede más permeable y lista para absorber los nutrientes y principios activos de los productos humectantes y de rejuvenecimiento que se aplicarán posteriormente.
¿Cómo aplicarlos según tipo de piel?
Ahora que sabes más sobre nuestros básicos faciales, te invitamos a revisar nuestro PACK BÁSICOS FACIALES y conocer más sobre tu tipo de piel y nuestras recomendaciones para cuidarla AQUÍ.
