Los poros abiertos suelen impedirnos lucir una piel tersa y radiante, estos pequeños agujeros son visibles en el rostro, especialmente en la zona de la nariz y los pómulos. En Naáy, te enseñaremos cómo se produce, cómo evitarlos y qué cuidados debes seguir para reducir su aparición.
Los poros de la piel son la puerta de ingreso para el sebo, grasa que sirve para proteger la piel de los agentes externos y así evitar la pérdida de hidratación. La producción excesiva de esta sustancia, ya sea por herencia genética o mala alimentación, junto a otros factores como la contaminación o la mala calidad de la piel, agrandan el poro, el que ya no se vuelve a cerrar por sí solo.
¿Cómo evitarlos?
La aparición de algunos poros abiertos es inevitable, pero aún así se puede retrasar su aparición o conseguir que no se agranden en exceso con los siguientes cuidados:
- Limpieza: Mantén tu rostro limpio para evitar obstrucciones. Puedes utilizar un jabón neutro que no irrite la piel.
- Maquillaje: Para que tu piel pueda respirar y los poros estén descubiertos, trata de pasar el menor tiempo posible con maquillaje. Usa productos que no obstruyan tu piel.
- Dieta: Cuidar la alimentación es MUY importante, consumir productos ricos en grasas saturadas favorece la creación excesiva de sebo y la expansión de los poros.
- Vapores: El uso de vapor abre el poro y permite vaciarlos para eliminar el exceso de grasa. También hidratan la piel para que recupere flexibilidad y ayudan a reducir el tamaño del orificio.
- Crema hidratante: Una buena crema hidratante, como nuestra Crema Facial Resveratrol, contribuye a la elasticidad de la piel y a la correcta dilatación y contracción del poro.
- Tabaco: El tabaco envejece la piel y hace que pierda su elasticidad. Además, ensucia la piel y obstruye la salida del sebo, agravando el problema.
- Sol: Tomar el sol con moderación y protección solar es fundamental para el cuidado. No hacerlo secará la piel, agrandará el poro y lo oscurecerá.
¿Cómo tratar los poros abiertos?
Los poros que ya se han abierto y no se han contraído al instante, ya no se volverán a cerrar por medios naturales. Existen soluciones como el uso de peeling químico o láser, pero son muy agresivos y presentan efectos secundarios. Para evitar esto, te recomendamos la siguiente rutina:
- Limpieza: Utiliza un Gel Limpiador para eliminar los restos de contaminación, grasas y células muertas, de esta forma tus poros dejarán que la piel respire.
- Exfoliación: Usa un Exfoliante suave, que cuide tu rostro y pueda retirar toda la suciedad restante. Recuerda que no es necesario que lo hagas todos los días, un par de veces a la semana es suficiente para no dañar tu piel.
- Tónico: Muchas veces se tiende a quitarle importancia a este paso, pero es muy importante utilizar un tónico que elimine las impurezas y reduzca la cantidad de sebo. También lo puedes usar como desmaquillante.
- Crema hidratante: No podemos dejar de lado la hidratación de tu piel, es por esto que nuestra Crema de Bardana, es perfecta para pieles mixtas o grasas. Si sufres de piel seca. Mientras que nuestra Crema Facial de Resveratrol será tu compañera de todos los días y no sólo hidratará tu piel, también rejuvenecerá tu piel conservando y mejorando su elasticidad.
- Emulsión recuperadora: Si sufres dermopatía, te recomendamos la Emulsión Recuperadora, que hidrata la piel, al mismo tiempo que le aporta propiedades reparadoras, gracias al aloe vera y manteca de karité.
Si quieres saber más sobre el cuidado de tu piel, te invitamos a leer nuestro blog sobre el cuidado de cada capa de piel.
NAÁY
