La piel atópica es una enfermedad de la piel que se caracteriza fundamentalmente por la sequedad de esta, lo que conlleva a su escamación e irritación y provoca síntomas molestos como el picor. Se trata de una forma constitucional de cutis seco con poca agua y grasa, por lo que se descama e irrita con mucha facilidad.
Hay varias causas de esta condición de la piel: genéticas, ambientales, alergias y alimentarias, incluso elementos externos como algunas prendas de ropa, pueden desencadenar los síntomas o agravarlos. Por otra parte, se ha sumado a las causas más frecuentes de dermatitis atópicas hábitos de vida como la exposición a la contaminación, la falta de sueño y el estrés.
Recomendaciones:
En primer lugar, es fundamental una correcta y profunda hidratación de la piel con el uso de cremas emolientes o hidratantes y aceites de ducha para mantener la piel hidratada. Así mismo, recomendamos que te des duchas cortas con agua tibia, en las que idealmente emplees aceites de baño como nuestro gel de ducha dermoregenerador. Evita prendas de telas sintéticas y lana (salvo que sea hipoalergénica), favoreciendo el uso de prendas de algodón u otras fibras naturales.
Rutina diaria: