La aparición de pequeños bultos en la piel de tu bebé, blancos o rojizos, similares al sarpullido, puede tratarse de una de las afecciones cutáneas más comunes de las que muy poco se escucha hablar: La Queratosis Pilar o pilaris.
Una afección cutánea que afecta entre un 50 y 80% de niños y adolescentes con un 40% en adultos.
Cómo se manifiesta
- Ocurre por la acumulación excesiva de queratina, que bloquea el folículo y las células muertas generando el endurecimiento de la piel. Con frecuencia por su textura, esta condición se describe como ‘piel de gallina’.
- Se manifiesta con protuberancias en las mejillas, brazos y muslos que pueden ser rojas, pálidas o ligeramente más claras u oscuras que el tono natural de la piel. También es posible la aparición en el torso y glúteos.
- La piel alrededor de las protuberancias está seca o pica, pero las protuberancias en sí no suelen causar picor ni dolor.
Por qué aparece
- Según estudios, una de las principales razones se debe a la condición genética, puede heredarse de uno o ambos padres. Por eso, es frecuente que varios miembros de la familia presenten Queratosis Pilar.
- Por la tendencia a pieles secas, deshidratadas o con dermatitis atópica (eczemas) son más propensas a manifestar esta condición.
- Otro factor que activa la queratosis pilar son las temperaturas frías o muy secas.
¿Cómo tratarla?
Si tu pequeño está diagnosticado con queratosis pilar. Te recomendamos prevenir los brotes y abordar los síntomas, con nuestra rutina de hidratación en dos pasos, para restaurar y sanar la apariencia de su piel.
1- Cuida su higiene personal, para mantener los síntomas bajos. Consíguelo con nuestro Shampoo gel suave, su fórmula sin sal es perfecta porque no reseca su piel y su mezcla de Aloe Vera y Flores de Caléndula permiten hidratar, regenerar y fortalecer la función barrera en la piel de tu bebé.
2- Hidratación, este paso es esencial para aumentar la tasa de renovación celular y ayudar a destapar los folículos. Para esto, el uso de nuestra Emulsión Recuperadora dos o tres veces al día, permitirá la regeneración e hidratación profunda de la piel. Aplica inmediatamente después de la ducha y siempre que notes su piel seca.
Por último, recuerda cortar bien sus uñitas, para evitar un rascado profundo que puede dar paso a una infección, al permitir que algunas bacterias que residen con normalidad en la piel penetren y afecten la barrera natural.
Es fundamental tener claro que aunque no hay una cura definitiva, siguiendo estos pasos podrás cuidar y mantener en calma la piel de tu bebé.
Naáy